Cal celebrar que la Generalitat hagi decidit engegar (avui mateix) el pla Eugeni Xammar de comunicació internacional per explicar el plet de Catalunya a l’estranger. Les nostres reivindicacions són justes i, com han demostrat la majoria de les notícies internacionals sobre la manifestació de l’Onze de Setembre, la premsa de fora no té cap necessitat o interès a romandre captiva del govern i els mitjans espanyols i de les seves distorsions informatives habituals [...] (+)

El debate sobre la deseabilidad económica de la independencia está teniendo lugar. Y eso, de por sí, ya es muy importante. Hace solo unos meses ese debate era tabú. Nembé. Hoy voy a comentar uno de los argumentos que más utilizan los analistas contrarios a la independencia de Catalunya que es el de la deuda heredada: “si Catalunya se independentiza”, amenazan, “tendrá que asumir el 20% de la deuda española (que es del 80% del PIB o 800.000 millones de euros) y eso, sumado al 21% del PIB que tiene la Generalitat, pondrá la deuda Catalana por encima del 100% del PIB cosa que la convertirá en financieramente inviable y perderá acceso a los mercados financieros internacionales”. Esta misma frase ha sido pronunciada o escrita por economistas, catedráticos de economía, profesores de contabilidad y políticos de diferentes colores. Sólo tiene un pequeño problema: carece de sentido. Y carece de sentido por cinco razones. (+)

Los maridos posesivos tienden a reaccionar predictiblemente cuando su esposa les anuncia que se divorcia: primero ponen cara de sorpresa, despues niegan los hechos, acto seguido amenazan con no firmar los papeles y, finalmente, intentan hacerle creer que la separación la hundirá económicamente porque, si él, ella no es nada. (+)